Así nació Kinderlandia, un gran sueño

¿Recuerdas cuando todo parecía posible? Cuando un castillo de cartón era un palacio, una caja se convertía en nave espacial, y un abrazo lo sanaba todo.

Así nació nuestro sueño: construir un espacio especialmente diseñado para los niños, donde cada rincón fue pensado desde el corazón. Un lugar seguro y acogedor, hecho a su medida; donde pudieran despertar su curiosidad y creatividad, aprendiendo a Descubrir, Explorar, Soñar, crear Aventuras, fomentar su autonomía y cultivar la alegría de crecer desde sus primeros años, para luego convertirse en Triunfadores de esta valiosa etapa preescolar.

¿Y el nombre? …

Nos inspiramos en los recuerdos felices que todos teníamos de “Disneylandia”, un mundo de fantasía, personajes entrañables, aventuras y diversión sin límites. De ahí surgió nuestro nombre, que adaptamos con cariño a Kinderlandia, “Tierra de Infantes”, con el profundo deseo de revivir esa ilusión y construir un lugar donde la infancia tuviera un espacio lleno de magia, ternura, juego, alegría y aprendizaje.

Este es nuestro Jardín Infantil Kinderlandia: un lugar mágico, con salones acogedores a su medida, materiales pedagógicos que despiertan la curiosidad y la creatividad, y zonas amplias de juego que invitan a correr, descubrir y reír. Pero más allá de lo físico, estamos nosotras, sus maestras, brindando un espacio donde los niños se sienten vistos, respetados y profundamente amados.

Hoy, con más de tres décadas de historia, seguimos comprometidos con una educación integral, respetuosa, amorosa y bilingüe, donde cada niño se sienta valorado, acompañado y feliz. Desde entonces, han pasado y siguen pasando por aquí muchas generaciones de pequeños soñadores, cada uno dejando su huella en nuestra historia.

 

Kinderlandia es mucho más que un Jardín infantil. Es un espacio donde se cultiva la alegría de aprender, la autonomía, el respeto y el amor por la vida.
Es una invitación a creer en la magia de jugar y aprender, a confiar en la ternura como motor de la educación, y a caminar de la mano con quienes hoy inician sus primeros pasos en el mundo.

Cada día, al abrir nuestras puertas, no solo recibimos a tus hijos… también le damos la bienvenida a tu niño interior.

Kinderlandia, una tierra mágica donde tu hijo aprende a ser feliz, guiado por la ternura, educado a través del juego y acompañado siempre con amor.”